martes, 15 de febrero de 2011

Universidad

Lo mío con la literatura fue como un flechazo, de esos de Cupido, totalmente a ciegas


Universidad


ESPERANZA MEDINA PROFESORA Y POETISA A mí, de siempre, lo que más me ha gustado ha sido la literatura. Por eso cuando en COU descubrí que había una carrera universitaria dedicada exclusivamente a su estudio supe que eso era lo que yo quería hacer. Fue como un flechazo, de esos de Cupido, totalmente a ciegas. Luego, la universidad me dio unas de cal y otras de arena, pero no me arrepiento de haber hecho Filología y de aquellos cinco años en el entorno de Feijoo.

No faltó quién me aconsejase comenzar cualquier otra carrera, alguna que «tuviese salida», un licenciado en Literatura Española tenía poco que hacer ya entonces en el mundo laboral, mucho mejor intentar alguna de las nuevas titulaciones en informática. Pero desde el principio lo tuve claro: con dieciocho años puedo dedicarme a estudiar lo que quiera y luego ya trabajaré de lo que sea.

En aquellos años cualquiera podía acceder a la universidad, eso sí, una vez que se hubiese terminado el BUP, el COU y aprobado la «selectividad» con mayor o menor nota según la carrera elegida. Cortapisas suficientes, creo yo, para que abandonasen quienes no estuviesen realmente interesados y para buena parte del resto estaba el primer curso en el que bastantes de los matriculados iban descolgándose antes de llegar junio.

Supongo que seguirá siendo más o menos lo mismo, dudo que nadie apruebe sólo por matricularse. Y eso me lleva a ponerme en guardia cuando oigo que tenemos demasiados universitarios en paro, que hay que endurecer el acceso a la universidad, adecuarlo a las necesidades del mercado laboral.

Y es que lo importante no es que los parados sean o no universitarios, sino el número de ellos que se va acumulando en los últimos años. Las necesidades cotidianas las tenemos todos, no dependen de nuestra afición al estudio (entiéndase las de cobrar un sueldo y subsistir dignamente día a día). En su momento estudié lo que me gustaba sabiendo que tendría que trabajar de lo que pudiera. Seguí estudiando y trabajando a la vez. Algunos de mis amigos sacaron la carrera después de tener un oficio. Otros no han necesitado pasar por la universidad para ser personas y trabajadores competentes.

Pero todos hemos tenido la oportunidad de formarnos cómo y dónde quisimos. Y eso es un logro de la sociedad democrática.

Posiblemente esté equivocada, pero no entiendo la universidad sólo como un aprendizaje para el futuro laboral, supeditado al mercado empresarial. Más bien la veo como el germen de las nuevas épocas, de la investigación, el avance y el paso hacia adelante. Si los parámetros de la enseñanza universitaria los marcan las empresas avanzaremos por caminos interesados, ninguna es una ONG.